Dos fotógrafos, Francois y Jean Robert, editaron un libro, yo no diría de fotografías, sino de edición fotográfica. ¿Porqué? Porque la gracia y el gag están en el recorte más que en la toma. En la decisión de recortar una parte del mundo y darle un sentido completamente diferente. Convertir, en todo caso, la casualidad en causalidad. El libro se llama, en su edición alemana Gesichter y en la inglesa Face to face.
Valga esta pequeña muestra del catálogo de rostros fortuitos (o expresiones, mejor dicho) como elemento inspirador para el PTP.
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