martes, 7 de abril de 2009

1984


























En una parte de la novela "1984", George Orweel, su autor, destaca
cómo operan las palabras en un estado autoritario. En el estado de
cosas que vive el protagonista, ciertas palabras son suprimidas,
reemplazándose por un "no" y a continuación por un antónimo. Por
ejemplo, en un momento se reemplaza la palabra "bien" por "no mal".
Esto, que en principio parece inocentey hasta tonto, se revela
rápidamente como un ejercicio perverso. Cuando un idioma empieza a
perder palabras, se achican sus posibilidades de pensar el mundo. A
mayor cantidad de palabras, un universo más rico y complejo.
Con el Trabajo Práctico de Retrato pasa algo similar. Si dispongo de
pocos elementos, mi personaje será pobre en significado. Si logro
construir una buena paleta de opciones de significantes, lograré un
destilado o síntesis de los mismos que me permita, con pocos
significantes, generar una variedad interesante de significados. A
partir de una demanda básica (retratar al personaje asignado) generar
diversas reflexiones u observaciones sobre el mismo. He allí la
polisemia de la imagen.

Pablo Salomone

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